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lunes, 24 de noviembre de 2014

París, La ciudad del amor.

¡Bendito seas erasmus!

Justo acabo de aterrizar en el aeropuerto como quien dice y he venido corriendo para hablaros de esta maravillosa experiencia. Intensa, abrumadora y agotadora pero irrepetible.


Un fin de semana largo que me ha parecido una semana en la preciosa París visitando a unas amigas. No era la primera vez que iba, ya la había pisado antes pero solo recordaba Disney. ¡Como es la mente cuando eres niño que solo nos interesan esas cosas! Ni Torre Eiffel, ni Notre Dame, ni el Sena, ni el Louvre, ni Arco del Triunfo, ni nada de nada... solo las atracciones. 
Gracias a dios, o a Erasmus mejor dicho, he tenido la oportunidad de volver para rememorar un poco más consciente lo que años atrás ni me interesó.
Aunque haya sido muy intenso me he dejado sin ver muchas cosas, así tendré una excusa para volver, ¿no?

¿Con que me quedo?
Sin duda, con el arco del triunfo, muchísimas escaleras que te elevan hacia unas vistas magnificas y únicas, con el aire frío enrojeciendo tus mejillas pero que todo en conjunto, lo bueno y lo malo, te hacen sentir un dolor placentero.

¿De los museos?
Pues lógicamente,  muy a mi pesar, en tres días no da tiempo a verlo todo pero pude ver del Louvre  la escultura de "el amor de Psique" que adoro y siempre ,desde que la vi en un libro de arte, quise verla en persona. Me gustó más todavía, fue increíble. Sinceramente, la esperaba más grande pero me  pareció perfecta. 

El Louvre es imposible verlo todo en un día, sobre todo si tienes los minutos contados, porque es enorme. Tanto desde fuera como desde dentro es algo majestuoso y precioso. Personalmente me hubiera quedado admirando las estructura un tiempo ridículamente largo. Bueno, aunque hubiera visto el museo entero, no podría hablar de todo aquí. Moriría en el intento y vosotros leyéndolo.
Lo mejor, verlo en persona, eso sí, con zapato plano y si eres estudiante gratis.

A toda prisa y sin perder un segundo, Museo de Orsay, última planta, el impresionismo. En este caso me cuesta más elegir pero creo que me terminaré decantando por Sisley y sus cuadros de paisajes. 

Y si os gusta Monet, os encantará el museo Orangerie, donde están las serie de cuadros de los "nenúfares" de Monet. Solo al entrar me quedé sin palabras. 

Espero que esto os haya despertado el gusanillo del arte que todos tenemos encima en mayor o menos medida. ;)

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